This is how you live a World Cup in Argentina

Así se vive un Mundial en Argentina

"No te lo puedo explicar, porque no vas a entender"

Soy mujer, soy mamá de nenas, no veo fútbol, no lo juego y seguramente algunas reglas aún no las sepa. Pero soy argentina y cada 4 años me invade una pasión que es difícil de explicar. Ser argentino y vivir una Copa del Mundo es saber que en cada partido no habrá persona dispuesta a hacer otra cosa que alentar a la Selección: cierran los comercios y las escuelas, como decimos acá “se para el país”.


En esas horas de partido, todos nos olvidamos de la inflación, la inseguridad, la corrupción, la economía destrozada que nos aleja del mundo y las posibilidades de crecer. Todos tenemos un mismo sentimiento: querer demostrar que podemos, que venimos de muy abajo pero con esfuerzo y sobre todo, con “garra y mucho huevo” podemos llegar a lo más alto.

En los 7 partidos de este Mundial vi de todo: niños insultando y llorando, adultos respetando las cábalas más ridículas, ruidos de ambulancias para socorrer a aquellos que no pudieron soportar los penales. Cada triunfo acá se vivió como propio. Fue un orgullo vernos tan bien representados y ver que finalmente Lionel Messi podía cumplir el último sueño que le faltaba.

Nos sentimos familiares de los jugadores. Tenemos sus figuritas en el álbum, les dejamos mensajes en las redes sociales y los recibimos con locura desmedida en la caravana que hacen mostrando la Copa del Mundo a su pueblo porque los inadaptados de siempre también son parte de la Argentina, los que empañan la alegría para ver a los “héroes”.

“No te lo puedo explicar porque no vas a entender, las finales que perdimos cuantas años las lloré…”, dice parte de la canción que se convirtió en himno de este campeonato. “Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar, quiero ganar la tercera, quiero ser campeón mundial”, coreaban aquellos afortunados que pudieron seguir a la Selección en Qatar y los que lo seguimos desde acá, informándonos a cada minuto sobre qué hacían, qué decían y cómo estaban para encarar a cada rival.

“Sean eternos los laureles, que supimos conseguir. Coronados de gloria vivamos o juremos con gloria a morir”, es el fragmento del Himno Nacional que se canta en los estadios por decisión de Lionel Scaloni, el entrenador argentino, que supo rodear a Messi de grandes jugadores para lograr lo que todo un país estaba deseando hace 36 años.

Soy mujer, soy mamá de nenas, no veo fútbol, pero cada 4 años se renueva esta pasión que sólo podemos entender los que somos argentinos, los que tuvimos a Diego Maradona y ahora tenemos a Lionel. No hay país más futbolero y también más sufrido. Porque de sufrimiento sabemos mucho, de crisis, de gobiernos que destruyen los sueños cada vez más, pero cada 4 años tenemos esta misma pasión que nos hace sentir importantes y poderosos.

 

 

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